
Sin ideas no hay
marketing y sin
marketing el universo de la moda perdería diversión. Los de
Hugo Boss han dado con un concepto tan válido como entretenido para darle un impulso a las ventas de sus fragancias buscando al público más
sibarita: han asociado fragancias con tejidos. Un simpático
noviazgo entre moda y perfumería a través de una melodía de cinco notas.
La edición debía ser
exclusiva para subrayar su refinamiento, sólo se encuentran en El Corte Inglés de Serrano (Madrid) y en boutiques Boss. El eje: un quinteto de frascos de 50 ml. y 160 euros de aromas que para el equipo responsable del producto definen a la cachemira, la seda, el terciopelo, el algodón y la lana: pachulí, jazmín, ámbar, verbena y almizcle respectivamente. Como vestir un tejido pero a través del olfato, una
fragancia prêt-à-porter sobre la piel y a diario.
Cotton & Verbena resulta sencilla y fresca,
Silk & Jasmine tiene el punto seductor y exótico de un bazar oriental,
Wool & Musk es calida como la atmósfera de una sastrería,
Velvet & Ambar transmite sofisticación y
Cahmere & Patchouli recuerda a la nobleza de la madera. Cada estuche viene forrado con la tela correspondiente, para que además disfrutemos con el tacto. Olores como tejidos: ¿no nos hacen los (en este caso, simples y correctos) mecanismos del
marketing la vida un poco más agradable?
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