el estilo de los guerreros japoneses?

La moda tradicional japonesa incorpora colores atrevidos y diseños únicos que se entremezclan perfectamente y forman piezas elegantes con una belleza que escapa al paso del tiempo. El kimono es uno de estos ejemplos de la moda tradicional japonesa. Las mangas onduladas y las cómodas y fluidas batas de seda resaltan la belleza femenina con patrones únicos, diseños florales y colores intrépidos que transmiten sin esfuerzo alguno la tradición de este maravilloso país en todo su esplendor. En el Japón, la mujer que viste un kimono es considerada la epítome de la belleza.
El público occidental aprecia el kimono por su naturaleza exótica. Desde la perspectiva de occidente el kimono es una hermosa obra de arte, más sin embargo es visto como una prenda un poco compleja incluso para ocasiones elegantes. Los kimonos tradicionales eran confeccionados con materiales densos y debían ser vestidos en capas mediante una compleja técnica, la cual puede fácilmente desanimar a quien se propone vestirlos. Para vestir un kimono apropiadamente se requiere de un complicado conocimiento el cual permite, entre otras cosas, atar el obi de manera correcta. Por estas razones, los kimonos tradicionales no son prendas de vestir realmente prácticas a los ojos de los occidentales; eso no significa, sin embargo, que la moda occidental no pueda incorporar los elementos de la prenda clásica japonesa y crear su propia versión de ella.
A través del uso de telas tales livianas como el chiffon y el encaje que simulen la fluida silueta del kimono, los gurús de la moda occidental han podido interpretar el ideal japonés y crear un producto que se adapte a las necesidades del consumidor occidental. Los vestidos modernos tipo kimono incorporan muchos de los elementos visibles en el kimono tradicional, incluyendo vibrantes patrones florales y un uso audaz del color. El resultado es una recreación de esa belleza intemporal tan característica de la moda asiática dentro del contexto de la moda occidental. La adaptación de estas prendas ha permitido la fusión de los estilos tradicionales del Japón con los diseños occidentales, reduciendo así los inconvenientes que representa vestir un kimono de la forma tradicional. Al quitarse de encima el peso de la seda presente en la prenda típica un kimono puede favorecer a quien lo viste brindándole únicamente las ventajas más importantes atribuidas a la vestimenta tradicional de la mujer japonesa.
Al usar los patrones florales, vistos a menudo en los kimonos, los elementos del lejano oriente son representados al interior de las nuevas tendencias de la moda occidental. Alternativamente, los colores vivos y atrevidos se combinan con formas geométricas y patrones con el fin de añadir un toque especial al kimono tradicional.
En adición a los vestidos tipo kimono, las túnicas son también un gran ejemplo de cómo la moda japonesa se ha ido introduciendo en los guardarropas occidentales. Una túnica tipo kimono es una añadidura chic y de mucho estilo que conserva la caída característica de la silueta del kimono, pero en un material liviano y con un corte moderno. Muchos vestidos y túnicas tipo kimono exhiben cuellos caídos, acentuando así la feminidad sin comprometer el estilo característico y exótico de Asia. Algunas túnicas y vestidos también exhiben diseños de un solo hombro, ostentando un concepto occidental como es la asimetría, pero reteniendo al tiempo la misma gracia y sencilla elegancia transmitida a través de los estilos simétricos japoneses.
La idea de la moda “East meets West” en el mundo occidental consiste en conservar el confort y la versatilidad mientras se exploran territorios de la moda asiática. Inspirándose en la audacia y la elegancia del kimono japonés, los vestidos y túnicas tipo kimono incorporan materiales más livianos que se acomodan a las necesidades de la mujer moderna, sin perder la sutileza y elegancia de las auras provenientes del lejano oriente.