En los últimos meses han sido varios los escándalos que han azotado a grandes del mundo de la moda, aunque sin duda el caso John Galliano ha sido el que se ha llevado la palma, y sin la pretensión de justificar a nadie, a veces la presión a la que ciertas personalidades están expuestas puede superar a cualquiera de los mortales.
Y todo esto lo digo porque acaban de salir unas declaraciones del diseñador Tom Ford en las que confiesa el aislamiento que sufrió en Gucci fue tal, que le impidió seguir con su trabajo en la firma, que abandonó en 2004 después de diez años íntegramente dedicados por y para la casa.
No podría haber continuado con mi trabajo en Gucci e Yves Saint Laurent porque yo diseñaba 16 colecciones al año a la vez que ejercía de vicepresidente de la compañía y también trabajaba en el comité de adquisiciones. Había una presión enorme y tenías que ser muy fuerte para superarla. Y entonces te aislaban. A pesar de que yo ayudé a crear Gucci desde la nada, te sentías aislado porque todo era como una carrera de caballos.Palabras duras las del modisto que nos hacen reflexionar y ver las cosas desde otro ángulo, porque en este mundo de la moda, no siempre es oro todo lo que reluce, y detrás del glamour de pasarelas y fiestas de postín, hay mucha tela que cortar.
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