Mientras en Mónaco estaban de boda real, en Inglaterra se celebraba otro bodorrio mucho más rockero. Por los novios, por los invitados y por los grupos que tocan en la boda, ésta pasará a ser una de las bodas más canallas que se recuerden en años.
Kate Moss lucía muy de su estilo, un diseño etéreo y romántico de su amigo John Galliano. La modelo sabe estar a las duras y a las maduras y apoya así al creador caido en desgracia.
En la cabeza lucía un velo de su también buena amiga la diseñadora Stella McCartney, un estilo muy romántico al estilo de los años 20. Fiel a su estilo, Kate Moss ha llevado el pelo suelto y ondulado, y no ha prescindido de su eyeliner negro.
El vestido de novia de Kate Moss desde luego no es el que escogería la mayoría de las novias, pero ella no es convencional. Ha optado por un corte muy sexy, pegado al cuerpo, ligero, compuesto de varias capas de tul cosidas con abundante pedrería.
Los zapatos (que no podemos apreciar en las fotos), son unos Manolo Blahnik. La fiesta durará tres días, beberán vodka, champagne y cerveza y bailarán al ritmo de los Rolling Stones, de Beth Ditto, de Allison Mosshart y de Iggy Pop. Seguro que veremos más looks de Kate Moss dignos de mención. Por la interesante lista de invitados, los tres días de fiesta prometen.
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