Los modelos que más han destacado en dicha presentación fueron por la masculinidad que mostraban pese a ser para la mujer, destacando una clara tendencia hacia el más puro estilo de los años 50, con la línea womenswear, en los que destacan los numerosos detalles y los looks basados en los típicos trajes masculinos.
Los tonos más usados son los grisáceos, así como los negros o los parduscos; incorporados en los trajes presentados para la mujer ejecutiva trabajadora, en los que se dibujan las curvas con líneas bastante holgadas, aproximándose mucho al estilo de los pantalones acampanados.
En la colección presentada también destacan los vestidos largos hasta los pies, así como los blaziers de lana y las gabardinas; incluyéndose además diseños de cuero, tales como faldas y pantalones pitillo, perfectamente combinables con cualquier zapato de tacón en los que se incluyen las plataformas; convirtiéndose así en uno de los tejidos estrella de la temporada.
El diseñador neoyorquino, fiel al conocido “american style”, los colores escogidos por el mismo además de los clásicos caquis, grises o azules marinos, también se han introducido los tonos burdeos, además de los estampados.
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