OH MY GOD. Eso es lo primero que me ha venido a la mente al ver la nueva colección Crucero de Balmain 2012. El morbo estaba presente después de conocer que su diseñador, Christophe Decarnin, dejara la firma por problemas psicológicos ¿Quién le sustituirá? ¿Le llegará a la suela de los zapatos? ¿Conseguirá esa esencia que la firma logró gracias al trabajo de Decarnin? Ahora ya tengo respuestas a todas estas preguntas. Sí, sí, sí y definitivamente sí.
Olivier Rousteing le ha llegado a la suela de los zapatos y se ha puesto a su altura, ha logrado esa esencia querida y el resultado me encanta. Si bien es cierto que su primer trabajo, la colección crucero, siempre es la ‘más fácil’ por su versatibilidad, esta joven promesa ha demostrado que el talento se palpa en cada poro de su piel.
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