Las campañas de Benetton nunca se han destacado por crear polémica innecesaria. Ni jóvenes modelos, ni desnudos integrales… precisamente suelen abogar por la paz y la multiculturalidad. Pero si para ello tienen que tocar la fibra sensible de más de uno, no dudan en hacerlo con tal conseguir su fin.
Hace 20 años Oliviero Toscani escandalizó medio mundo con una foto de un beso entre una monja y un sacerdote, campaña que pretendía lograr un enfoque algo distinto al que tuvo en su momento y por el cual en pocos días fue censurada. Pues bien, está vez han vuelto a la carga y lo hacen con bastante fuerza: con todos ustedes, UnHate.
Los besos son claros: besos entre hombres y mujeres con un mensaje de reconciliación entre culturas, mentalidades, orientaciones sexuales y razas.
En la puerta de la catedral de Milán la Benetton ha colocado una pancarta con una imagen de un beso entre Barack Obama, y a su homólogo chino, Hu Jintao.
Por su parte, en A Castel Sant’Angelo de Roma, Benetton ha considerado que sería adecuado emplazar una imagen de Papa Benedicto XVI besándose con el Imán egipcio Ahmed el Tayyeb, imagen que teniendo en cuenta la mentalidad sobre este tipo de publicidad subliminal que toca ámbitos tan peliagudos como la homosexualidad o la religión, no será extraño que retiren de inmediato.
¿La finalidad? Clara y muy concisa si tenemos en cuenta el título de la campaña pues se trata de una invitación a los líderes y habitantes del mundo a combatir la cultura del odio:
Se trata de un mensaje que nos invita a considerar que el odio y el amor no son tan lejanos entre sí como lo que pensamos. En realidad, los dos sentimientos opuestos están a menudo en un equilibrio delicado e inestable. La campaña promueve un cambio en el equilibrio: no odio, Unhate
cortesia de trendenciashombre
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